Primeras lecturas infantiles
A partir de los tres años los niños se interesan por las historias y los cuentos y pueden aprender a leer si reciben los estímulos apropiados. Pero lo más importante en este proceso es conseguir que aprecien la lectura, que descubran el placer de leer por voluntad propia. Si tu hijo se siente obligado a leer, acabará por asociar la lectura a algo forzoso; así, si por haber logrado que lea a los cuatro años, el pequeño aborrece la lectura, no habrá resultado un gran aprendizaje, puesto que en el futuro siempre será para él una actividad tediosa que intentará esquivar. Por lo tanto, recuerda que lo más importante no es lo rápido que aprenda, sino que le guste leer.
¿A qué edad empiezan a leer los niños?
En el segundo ciclo de Educación Infantil –que en España abarca de los tres a los seis años– los niños se acercan significativamente a la lecto-escritura, y empiezan a interesarse por los cuentos y los libros, ya que encuentran agradable y motivadora esta nueva actividad. En algunos casos, incluso aprenden a leer a estas edades, aunque por lo general este aprendizaje no se imparte en las escuelas hasta la etapa de Educación Primaria (a partir de los seis años).
El hecho de que un niño aprenda antes o después a leer depende de que reciba una correcta estimulación; si se trabaja con él adecuadamente podrá acelerar este proceso, es decir, podemos adelantar significativamente su aprendizaje si dedicamos tiempo a enseñarle. Con tres años ya puede ir entendiendo palabras escritas, y con cuatro puede leer si nos esforzamos para que lo consiga trabajando con diferentes procedimientos, como el método Doman.
Lo más habitual, sin embargo, es que este aprendizaje siga unos pasos concretos, que como hemos explicado se pueden adelantar, pero que suelen ser el estándar de aprendizaje normal:
- Alrededor de los dos años ya muestran interés por los dibujos de los cuentos y por escuchar sus historias.
- A los tres años se observa en ellos un mayor interés por la literatura infantil, puesto que son capaces de captar el sentido y significado de las narraciones adaptadas a su corta edad. Además, el contacto continuado con los cuentos en la escuela les resulta estimulante.
- Con cuatro años ya han comenzado a trabajar la lecto-escritura en los centros educativos, y se evidencia su interés creciente por leer y entender ese “lenguaje adulto”.
- Con cinco años y con la estimulación adecuada, tanto en el colegio como en casa, los niños están plenamente capacitados para aprender a leer. Sin embargo, no debes preocuparte si a esta edad tu hijo todavía no lee, porque en su desarrollo final no se apreciará ninguna diferencia por haber aprendido a leer a los seis años en vez de a los cinco.
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