DISFASIA
O TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE (TEL).
Trabajo realizado
por:
Miriam Gutierrez
Jara.
ÍNDICE.
1.
INTRODUCCIÓN.
2.
DEFINICIÓN DE TEL.
3.
CLASIFICACIÓN.
4.
SÍNTOMAS.
5.
DIAGNÓSTICO.
6.
TRATAMIENTO.
7.
ESTRATEGIAS.
8.
ORIENTACIONES GENERALES.
INTRODUCCIÓN.
El trastorno específico del
lenguaje, es una afectación en el desarrollo del lenguaje oral, en la que los
niños no aprenden el lenguaje como deberían de hacerlo.
En teoría, no deberían haber
problemas severos de conducta, no debe aparecer aislamiento marcado social,
también debe haber una audición adecuada, o si hay un mínimo de pérdida
auditiva, esta no puede explicar los problemas del lenguaje, tiene que haber
ausencia de problemas neurológicos que explique ese problema de lenguaje y un
desarrollo cognitivo normal.
Se expresa el término
específico, porque las dificultades de lenguaje no se pueden explicar en
términos de un trastorno más general como una discapacidad intelectual, un
déficit auditivo o motor, o un trastorno generalizado del desarrollo.
No todos los niños presentan
los mismos síntomas porque no afectan siempre del mismo modo ni con la misma
intensidad a todos los componentes del lenguaje, como son la comunicación, la
comprensión y la producción.
Además, el trastorno puede
afectar niños o niñas que presentan simultáneamente otro tipo de alteración al
desarrollo, aunque esta alteración no puede explicar la importancia de sus
dificultades del lenguaje: esta coincidencia dificulta lógicamente la identificación
de los trastornos, específicos en estos casos.
El Trastorno Específico del
Lenguaje es un trastorno que afecta a la adquisición del lenguaje desde sus
inicios, se prolonga durante la infancia y la adolescencia, pudiendo dejar en
algunos casos secuelas significativas en la edad adulta.
DEFINICIÓN
DE TEL.
Es un trastorno que afecta
principalmente a la adquisición y desarrollo del lenguaje oral, coordinación de
las palabras y que se puede caracterizar por los diez siguientes atributos:
Específico.
Se denomina específico,
porque no hay evidencia de ningún déficit, que pueda servir para explicar las
dificultades del lenguaje de las personas afectadas.
Persistente.
Es un trastorno duradero que
afecta a la adquisición del lenguaje desde sus inicios, puede dejar secuelas en
la edad adulta.
Grave.
No es un simple retraso en la adquisición del
lenguaje. Los niños con TEL, siguen un desarrollo distinto al habitual con un
tratamiento.
Dinámico.
El perfil de dificultades y
habilidades de las personas afectadas evoluciona con el tiempo. Por lo que es
necesario evaluar continuamente sus problemas y ajustar la ayuda que reciben a
sus necesidades concretas.
Heterogéneo.
Puede afectar a uno, varios
o a todos los componentes del lenguaje (fonología, morfosintaxis, semántica y
pragmática). Lo normal es que si está afectada la expresión también lo esté la
comprensión.
Complejo.
En problema principal está
en el lenguaje oral, pero la mayoría de los afectados presenta problemas en más
áreas del desarrollo. Problemas sociales, emocionales y problemas en la
adquisición de aprendizajes.
Frecuente.
Es un trastorno muy
desconocido, incluso en los ámbitos sanitario y educativo, por lo que los
diagnósticos son inferiores a los casos reales.
Invisible.
Las personas con TEL pueden
hablar, por lo que sus problemas no siempre van a resultar evidentes. El
alumnado con TEL forma parte del colectivo de alumnos con necesidades
educativas especiales (NEE).
De evolución lenta.
Es un trastorno que
evoluciona favorablemente, pero requiere tiempo y trabajo. Es fundamental una
terapia logopédica precoz, intensiva y de larga duración con total implicación
de la familia y la escuela. Alcanzar la normalidad dependerá de la gravedad del
trastorno, de la ayuda recibida y de la inteligencia de los niños.
Genético.
El TEL es un trastorno del neurodesarrollo que se transmite genéticamente. Diferentes
estudios apuntan hacia una mayor probabilidad de desarrollar el TEL en niños
con antecedentes familiares de trastornos del lenguaje.
CLASIFICACIÓN.
Disfasia expresiva: la persona comprende pero no
puede expresar con facilidad sus ideas en palabras. Y se produce un fracaso en
el aprendizaje del lenguaje sin alteraciones cognitivas, déficits sensoriales
ni alteraciones en la interacción social, órganos articuladores intactos y con
una estimulación suficiente.
Disfasia comprensiva: Es una alteración grave del
lenguaje que consiste en un retraso severo del lenguaje sobre todo receptivo.
No hay una lesión adquirida demostrable, no hay problemas en los órganos, ni
problemas emocionales, ni dificultades de audición excepto para el
procesamiento auditivo necesario para el lenguaje. El pronóstico es
desfavorable.
En algunos casos se produce una disfasia mixta, combinándose ambos tipos de
disfasias.
SÍNTOMAS.
- ¿Cómo
reconocer la disfasia?
Se pueden distinguir varias categorías:
Disfasia receptiva: La
comprensión del lenguaje está alterada. Esto viene acompañado a menudo por un
trastorno fonológico y provoca un desarrollo limitado de la expresión. El
discurso del niño es incoherente y repetitivo, con un vocabulario pobre.
Disfasia
expresiva: La programación y la realización de las
palabras está alterada. Tiene dificultades para encontrar las palabras y a
menudo utiliza palabras de relleno. La escritura es difícil.
Disfasia de sintaxis: El
niño tiene dificultades para estructurar las frases. Habla de manera
telegráfica, con frases cortas o palabras sueltas.
Dependiendo de los síntomas observados, se
distinguen tres tipos de disfasia. La disfasia fonológico-sintáctica es la
más frecuente. Reagrupa los trastornos fonológicos (el niño es poco
inteligible) y sintácticos.
También existen la disfasia léxico-sintáctica (vocabulario
extremadamente pobre), la disfasia
semántico-pragmática (problemas de formulación), la
disfasia receptiva o agnosia
auditivo-verbal (el niño no consigue asociar un sonido a
un objeto o a un lugar) y la disfasia
fonológica (mala comprensión).
-
Síntomas que presentan los niños que la
padecen.
Los niños que la padecen presentan un
déficit en el lenguaje tanto a nivel comprensivo como a nivel expresivo
sin que exista un trastorno generalizado del desarrollo.
El déficit en el lenguaje oral se caracteriza por:
–
Un retraso cronológico en la adquisición del lenguaje.
– Tener importantes dificultades específicas para la estructuración del
lenguaje y la comunicación.
– Producir conductas verbales anómalas que se traducen en una desviación
respecto a los procesos normales de adquisición y desarrollo del lenguaje.
Déficits a nivel expresivo:
–
Intencionalidad comunicativa pobre y grandes dificultades para adaptarse al
interlocutor.
– Expresión muy baja o casi nula..
– Heterogeneidad del vocabulario, existiendo la presencia de palabras complejas
y la ausencia de palabras más simples.
– Agramatismo: dificultades variadas en la estructuración sintáctica.
– Dificultad para manejar pronombres personales más allá de los cuatro años
– Ausencia total de partículas de relación (preposiciones, conjunciones…).
– Empleo persistente del verbo en forma atemporal: infinitivos y perífrasis
verbales.
Déficits a nivel de comprensión:
–
Grave alteración de la comprensión (repite las palabras sin saber lo que
significan).
– Pueden llegar a la sordera verbal.
– Reacción positiva a gestos.
– Dificultad para repetir y recordar enunciados largos.
– Problemas de evocación: expresiones interrumpidas con sustituciones de
palabras y uso de muletillas.
DIAGNÓSTICO.
El diagnóstico de la disfasia sólo se puede
realizar después de realizar una serie de exámenes que permitirán descartar
otras eventuales patologías. Muy a menudo se realiza hacia la edad de los 5
años. El reconocimiento
del lenguaje que efectúa el ortofonista también
suele ir acompañado de una entrevista con la familia para seguir la evolución
del niño. Se administran pruebas de comprensión léxica y sintáctica, de
fonología y de expresión.
TRATAMIENTO.
El tratamiento de la disfasia pasa por una rehabilitación ortofónica que tiene que realizarse lo más
precoz e intensiva posible. Desgraciadamente, la rehabilitación no permite en
la mayoría de las veces una curación completa. También se puede seguir
una naturopatía para
ayudar a reducir las diferencias.
ESTRATEGIAS.
Estrategias indirectas:
– Ejercicios de discriminación
auditiva: Ej. A partir de una grabación de distintos sonidos cotidianos que
pueden resultarle al niño/a familiares (timbre, sirena, claxon, sonido del
teléfono, de un cristal cuando se rompe,…) jugar a acertar a que corresponde
cada uno e identificar en que situaciones podemos escucharlos.
– Ejercicios de discriminación
auditiva con coordinación gestual: Ej. Mientras los niños/as andan sin rumbo
fijo por el aula mientras escuchan las palmas del maestro, ir dardo premisas u
órdenes de realizar un movimiento corporal o gesto determinado cuando oigan un
sonido en concreto.
– Ejercicios buco-faciales: Ej. Se les
puede presentar como “gimnasia con la boca” indicándoles movimientos y pautas
como:
-abrir y cerrar la boca
-soplar para “inflar un globo”
-mover la lengua en distintas
direcciones y posiciones (arriba, derecha, fuera, tocando los dientes
superiores, el paladar,…)
Estrategias directas:
– Ejercicios para organizar la función
sintáctica y el campo semántico a través de láminas, imágenes y viñetas: Ej. A
partir de ilustraciones o dibujos jugar a relacionar unos conceptos con otros
que tengan relación con él (a partir de la ilustración de un árbol,
relacionarlo con un bosque).
– Ejercicios facilitadotes de la
comunicación, mediante dibujos y la utilización de gestos: Ej. Observando una
lámina que contenga una imagen o paisaje pedir a los niños/as que cuenten una
historia que tenga relación con lo que se ve en la ilustración. Puede ser algo
que ellos recuerden que les ha pasado en un lugar así. (Si el paisaje es de una
playa, que cuenten que hacen cuando ellos van a la playa).
– Ejercicios para facilitar el aspecto
expresivo del lenguaje oral: Ej. Proponer a los niños/as contar un cuento
oralmente y entre todos, aportando un poco de la historia cada uno. Empezará el
educador y seguirán ellos de uno en uno y siguiendo un orden.
– Ejercicios morfosintácticos, desde
palabras y frases sencillas hasta otras más complejas. Ej. Presentar al niño/a
dos palabras y pedir que forme una frase en la que aparezcan ambas.
Progresivamente, aumentar el número de palabras para que la frase adquiera,
poco a poco, una cierta complejidad.
ORIENTACIONES.
ORIENTACIONES GENERALES A LA HORA DE TRABAJAR CON ALUMNOS
DISFÁSICOS:
Vocalizar
bien al hablar con el niño.
Utilizar palabras que el niño comprenda.
Dar órdenes al niño de manera clara y breve. (p.e: cierra la puerta).
Repetir las palabras que el niño dice mal de manera correcta y clara, siempre
sin reñirlo por no decirlo bien.
Esto mismo se debe hacer cuando el niño haga frases incorrectas.
Reforzar su vocabulario con juegos tales como el veo veo, adivinanzas…
Hacer ejercicios de discriminación auditiva (diferenciación entre dos sonidos)
y visual.
Imitar movimientos de la boca ( sacar la lengua, hacer caras raras, hinchar los
mofletes, etc)
Hacer preguntas y comentarios sobre situaciones cotidianas como nombrar las
prendas al vestirle, el color, las características de esa prenda…
Leer cuentos sencillos.
Entrenarle en la utilización de normas de cortesía (hola, adiós, por favor…)
Al salir del cole hacer que el niño cuente lo que ha hecho en el colegio, lo
que ha comido….
Y por último, pero no menos importante, proporcionar al niño oportunidades para
utilizar el lenguaje.
Estas
son algunas recomendaciones sencillas pero todo lo que sea estimular el
lenguaje tanto comprensivo como expresivo serán actividades que le ayuden.
CONCLUSIÓN:
“La
educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo.
Paul Ferrer.