lunes, 19 de enero de 2015

Castigos infantiles

En la tarea de educar a nuestros hijos nos encontramos siempre ante situaciones complicadas por diversos motivos; uno de ellos es su mal comportamiento, ya sea puntual o habitual. Para reconducirles podemos utilizar diferentes vías: el diálogo, reforzar las conductas correctas o castigar aquellas que se quieren extinguir.
Cada una de estas opciones tiene sus ventajas y sus inconvenientes, por lo cual lo más aconsejable es saber combinarlas de la manera correcta para conseguir de los críos un comportamiento lo más adecuado posible. No debemos olvidar que son niños y, por tanto, su capacidad emocional y de autocontrol está menos desarrollada que en los adultos, por lo que no podemos esperar un comportamiento perfecto.
Un aspecto clave a la hora de tratar de modificar las conductas disruptivas de los niños es recordar que no hay dos niños iguales. Si una cosa funciona para uno, para otro no necesariamente tiene que valer. La educación no es una ciencia exacta. No hay fórmulas mágicas que siempre resulten.

¿Cuándo hay que atajar comportamientos inadecuados del niño?

Desde los primeros meses de vida de nuestros hijos, podemos mostrarles nuestro descontento con sus actitudes incorrectas, puesto que son capaces de diferenciar nuestros tipos de entonación. De todos modos, durante casi los primeros dos años debemos ser conscientes de que el niño no entiende ni los motivos de una riña ni los de un castigo, por lo que lo más conveniente es que simplemente demostremos mediante la entonación el enfado sin que resulte muy agresivo, para evitar que el pequeño sienta miedo hacia una de sus figuras de apoyo.
A partir de los dos años los niños ya empiezan a ampliar enormemente su comprensión y expresión lingüística, por lo que, a partir de aquí, debemos ir explicándoles las reglas, los castigos y sus motivos con un lenguaje adecuado a su edad. Igualmente, a partir de esta época podremos empezar ya con algunas técnicas sencillas de modificación de la conducta si fuera necesario.
La situación ideal es poder mejorar las actitudes erróneas de nuestros hijos mediante el diálogo o, en su defecto, aplicando una alternativa positiva a su comportamiento; pero hay algunas situaciones en las que se debe inexorablemente castigar:
  • - Si su mala conducta provoca en él una satisfacción mayor que cualquier recompensa que podamos ofrecerle para evitar esa forma de actuar.
  • - Si el niño está teniendo un comportamiento en el que peligra su integridad física o la de otras personas debemos rápidamente castigarle y no dejar que pueda pasar algo más grave, que terminaría igualmente en un castigo, pero más severo.
  • - Por último, los padres deben tener en cuenta que el castigo tiene que ser algo excepcional, que al niño le suponga una situación diferente, para que entienda que su conducta ha sido excesiva. Si el crío es castigado con demasiada frecuencia, lo único que se conseguirá es que se habitúe a ellos y que pierdan su utilidad.

Primeras lecturas infantiles

A partir de los tres años los niños se interesan por las historias y los cuentos y pueden aprender a leer si reciben los estímulos apropiados. Pero lo más importante en este proceso es conseguir que aprecien la lectura, que descubran el placer de leer por voluntad propia. Si tu hijo se siente obligado a leer, acabará por asociar la lectura a algo forzoso; así, si por haber logrado que lea a los cuatro años, el pequeño aborrece la lectura, no habrá resultado un gran aprendizaje, puesto que en el futuro siempre será para él una actividad tediosa que intentará esquivar. Por lo tanto, recuerda que lo más importante no es lo rápido que aprenda, sino que le guste leer.

¿A qué edad empiezan a leer los niños?

En el segundo ciclo de Educación Infantil –que en España abarca de los tres a los seis años– los niños se acercan significativamente a la lecto-escritura, y empiezan a interesarse por los cuentos y los libros, ya que encuentran agradable y motivadora esta nueva actividad. En algunos casos, incluso aprenden a leer a estas edades, aunque por lo general este aprendizaje no se imparte en las escuelas hasta la etapa de Educación Primaria (a partir de los seis años).
El hecho de que un niño aprenda antes o después a leer depende de que reciba una correcta estimulación; si se trabaja con él adecuadamente podrá acelerar este proceso, es decir, podemos adelantar significativamente su aprendizaje si dedicamos tiempo a enseñarle. Con tres años ya puede ir entendiendo palabras escritas, y con cuatro puede leer si nos esforzamos para que lo consiga trabajando con diferentes procedimientos, como el método Doman.
Lo más habitual, sin embargo, es que este aprendizaje siga unos pasos concretos, que como hemos explicado se pueden adelantar, pero que suelen ser el estándar de aprendizaje normal:
  • Alrededor de los dos años ya muestran interés por los dibujos de los cuentos y por escuchar sus historias.
  • A los tres años se observa en ellos un mayor interés por la literatura infantil, puesto que son capaces de captar el sentido y significado de las narraciones adaptadas a su corta edad. Además, el contacto continuado con los cuentos en la escuela les resulta estimulante.
  • Con cuatro años ya han comenzado a trabajar la lecto-escritura en los centros educativos, y se evidencia su interés creciente por leer y entender ese “lenguaje adulto”.
  • Con cinco años y con la estimulación adecuada, tanto en el colegio como en casa, los niños están plenamente capacitados para aprender a leer. Sin embargo, no debes preocuparte si a esta edad tu hijo todavía no lee, porque en su desarrollo final no se apreciará ninguna diferencia por haber aprendido a leer a los seis años en vez de a los cinco.

domingo, 18 de enero de 2015

El estrés y la falta de tiempo son los factores que han provocado que tan solo el 13 por ciento de los progenitores con niños de 0 a 7 años no lean a sus pequeños antes de dormir todos los días



Los papás que leen un cuento a sus hijos antes de irse a la cama están en peligro de extinción. Un estudio británico acaba de poner de manifiesto que tan solo el 13 por ciento de los progenitores con niños entre cero y siete años cumplen con la tradición todos los días de la semana.
El estrés y la falta de tiempo son los principales factores que lo impiden, según esta investigación basada en una encuesta sobre 2.000 progenitores y que publica hoy el diario británico The Guardian. Solo el 64 por ciento de los que respondieron afirmaron que leen a sus hijos un cuento en la cama, a pesar de que el 91 por ciento de ellos reconocieron que a ellos sí se los relataron en su infancia.

El estudio también pone de manifiesto que las generaciones anteriores eran mucho más regulares que la actual. Solo el 13 por ciento de los participantes leen una historia a sus hijos cada noche. La media de los padres de hoy en día se sitúa en tres veces a la semana, a pesar de que el 87 por ciento reconoce como vital esta tradición para la educación y el desarrollo de sus hijos.

                                                                       ABC.es 13/09/2013
PDI: PIZARRA DIGITAL INTERACTIVA.


Pepe Pineda el coordinador TIC del I.E.S “PEDRO DE VALDIVIA” a las alumnas de 1º de educación infantil, el dia 8 de octubre nos dio una sesión sobre el manejo de las PDI.

Para el 15 de octubre, que fue la segunda y última sesión, tuvimos que llevar información sobre éstas y varias páginas donde se encontrasen tipos de actividades, juegos, canta juegos… para niños que comprenden la edad de la educación infantil.

Vimos que había mucho tipo de actividades para los niños, en las que hasta nosotras disfrutamos.

Definición:  
Consiste en un ordenador conectado a un vídeo proyector, que muestra la señal de dicho ordenador sobre una superficie lisa y rígida, sensible al tacto o no, desde la que se puede controlar el ordenador, hacer anotaciones manuscritas sobre cualquier imagen proyectada.

Funciones:  
Su principal función es controlar el ordenador mediante una superficie con un bolígrafo, el dedo en algunos casos u otro dispositivo como un ratón. Es lo que ofrece la posibilidad de interactuar con la imagen y lo que lo diferencia de una pantalla digital normal.

Beneficios para los alumnos:
Ø  Es un recurso enormemente motivador.
Ø  Facilita la adquisición de todo tipo de aprendizajes.
Ø  Se pueden realizar rutinas para repasar quién no ha venido al cole.
Ø  Se puede aprender mucho de él.

Páginas web donde se pueden encontrar actividades para niño:






REALIZADO POR IRENE ALMODÓVAR BENÍTEZ Y CRISTINA FERNÁNDEZ LECHÓN
s

LA FIAMBRERA,  PROTAGONISTA EN EL INCIO DEL CURSO ESCOLAR.

sábado, 17 de enero de 2015

La educación infantil al aire libre ya es una opción homologada en España

La educación infantil al aire libre ya es una opción homologada en España


La educación infantil al aire libre se ha convertido en una realidad en España con la apertura en Cerceda (Madrid) de Bosquescuela, el primer centro homologado que la imparte, dirigido por la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente.
El centro, que se presenta hoy en la Casa de la Cultura de esa localidad de la sierra madrileña, acogerá a niños de 3 a 6 años y ofrecerá una alternativa pedagógica donde los alumnos aprendan, se relacionen y crezcan en un entorno privilegiado, con la naturaleza como aula.

La educación infantil al aire libre se ha convertido en una realidad en España con la apertura en Cerceda (Madrid) de Bosquescuela, el primer centro h 
La educación infantil al aire libre se ha convertido en una realidad en España con la apertura en Cerceda (Madrid) de Bosquescuela, el primer centro homologado que la imparte, dirigido por la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente. 

Publicado en EFE,Madrid, el 16/01/2015

jueves, 15 de enero de 2015

¡Vamos Al Cole!

¡VAMOS AL COLE!

Es la frase con la que comienzan el día miles de millones de niños, pero no significa lo mismo en todas partes. Lo que para muchos representa un hecho cotidiano, sencillo, unos días con ilusión y a ratos fastidioso por lo que significa volver a las obligaciones, los horarios y tener que madrugar; para otros se convierte en el primer paso de un logro: el de llegar a la escuela.

Burros, canoas, raquetas de nieve,llanuras interminables que atravesar, recorridos peligrosos en mitad de conflictos o caminatas por barrios marginales donde la seguridad es un bien escaso. Estos son los medios que deben utilizar y los peligros que se ven obligados a sortear para acceder a ese derecho universal que se llama educación y que tantas veces pasa por las vidas de los escolares sin que se le dé la importancia que merece.
No es el caso de los pequeños de las imágenes que pertenecen a la exposición Caminos a la escuela, en las salas de la Fundación Canal en Madrid a partir del 24 de septiembre. Ellos viven en el asentamiento chabolista de Kibera en Nairobi. Como muchos millones de chavales, saben que el camino a la escuela es solo el primer paso del esfuerzo que realizan para aprender. Son conscientes de que en ese recorrido diario se encuentra su oportunidad de un futuro mejor. 
..Depende de la riqueza del país en el que se nace, del sexo, de la familia o del nivel económico del barrio, lo que hace que cada niño tenga caminos diferentes para llegar al colegio..
Cómo contar a un niño que ha habido un atentado
Suavice, pero no mienta. Desahógese, sin descontrolar. La clave está en los matices. El 11-S dejó varias enseñanzas
El año empezó de forma trágica y dolorosa, con más de una decena de muertos en un atentado yihadista contra la revista Charlie Hebdo, en París. Y si el episodio es difícil de digerir para los adultos, imaginemos lo que ocurre con los críos, que por muy lejos que los mantengamos de la barbarie, siempre escuchan conversaciones, ven fragmentos de informativos y lanzan curiosas preguntas. "¿Qué ha pasado, mamá, papá?"

Ante todo, resulta primordial disfrutar en casa de un clima de confianza que invite a los niños a cuestionar sobre cualquier asunto que les preocupe, sabiendo que van a obtener de nosotros una respuesta creíble y sólida. Así lo aconseja la Asociación Americana de Psiquiatría: si el infante necesita interrogar sobre cualquier asunto, esa atmósfera de franqueza le ayudará a hacerlo con naturalidad, y así no se quedará dándole vueltas al tema en soledad. Si su hijo ha visto imágenes truculentas (como los recientes tiroteos en Francia de los que muchos fuimos testigo), no ceda a la tentación de dejar el agua correr, bien por comodidad, bien porque interprete el probable silencio del pequeño como una prueba de que no ha entendido nada. Esto último es posible, pero ¿y si no ha sido así? Si le han causado el mismo impacto que a usted (como poco), pasarlo por alto sería un error. Por ello, los especialistas recomiendan dar el primer paso: aportar una explicación, nos la pida nuestro hijo o no. “Es mejor no ocultar. En el colegio ya se está comentando la escena. Pero eso debemos adelantarnos y dar explicaciones a nuestros vástagos”, señala la psicóloga clínica Victoria Noguerol, especializada en problemas de la infancia.
Así, con los atentados, ocurre como con cualquier problema de violencia, y nuestro mensaje debe cumplir dos funciones: erradicar el miedo y ser veraz. Decir que esas imágenes son de una película no vale. Tampoco contar un cuento. “La idea que hay que transmitir es que la mayoría de los eventos que existen en nuestra vida cotidiana no son traumáticos, la mayoría de las personas de las que nos rodeamos son normales y saludables, pero hay un porcentaje mínimo de individuos y circunstancias que se salen de esa normalidad y causan unos niveles de sufrimiento altísimos. Explicar que es un hecho puntual, que es la primera vez que sucede, ayuda. También dar una información que el niño pueda procesar”, dice la experta. Contarles la verdad les ayudará a estructurar la realidad y fortalecer su personalidad, y limitará su tendencia a agrandar y personalizar los problemas. "De lo contrario, su cerebro empieza a elucubrar y eso da lugar a distorsiones cognitivas”, añade.

Publicado en EL PAÍS, el 13 de enero de 2015